Historias no narradas
Manos grandes, pequeñas, jóvenes, viejas, que viven en silencio aunque sus dueños no callen. Que transmiten la realidad que subyace tras cada acto, por más que la boca les contradiga.
Manos misteriosas, manos suaves, manos acariciantes, manos que golpean, manos firmes, manos que tiemblan, todas ellas, sin poder evitarlo, cuentan una historia vivida jamás pronunciada. La historia real que se dibuja en silencio, con el paso del tiempo, sobre esas manos que hacen de lienzo.
Ellas no mienten, no pueden, no tienen la capacidad de los labios para decir lo que quieren. Se ven obligadas, por su naturaleza muda, a contar su historia. No la que ficciona el cerebro y expulsa la boca, sino la auténtica. La que deja su huella en las silentes manos que , aún sin quererlo, con un grito sordo, cuentan todas esas historias no narradas.